5 hechos de la vida de Benedicto XVI que lo vinculan a San Agustín
Benedicto XVI y San Agustín. Crédito: Vatican Media – Philippe de Champaigne
Tras el deceso de Benedicto XVI se han alzado varias voces que piden proclamarlo doctor de la Iglesia en reconocimiento a su obra, al igual que ha sucedido con grandes santos como San Agustín de Hipona, cuyo testimonio ha influido en la vida del Papa alemán.
En ese sentido, publicamos 5 hechos que, de acuerdo a un artículo publicado el 2 de enero en Vatican News, vinculan al pontífice alemán con el santo africano
Por Eduardo Berdejo – ACI Prensa
1. De joven, Ratzinger sintió afinidad por San Agustín
Durante sus primeros años de estudios filosóficos y teológicos, en la década de 1940, Joseph Ratzinger fue atraído por la figura de San Agustín y su turbulento camino interior que lo llevó a la conversión, así como por sus esfuerzos por hacer dialogar fe y razón. Esto último ha sido una característica de la vida de Benedicto XVI.
Ya como Sucesor de Pedro, el Papa compartió, en una visita en 2007 al Seminario Romano Mayor, su fascinación “por la gran humanidad de San Agustín”, que “no tuvo la posibilidad simplemente de identificarse con la Iglesia como catecúmeno desde el inicio”, sino que debió “luchar espiritualmente para encontrar poco a poco el acceso a la palabra de Dios, a la vida con Dios, hasta que pronunció el gran ‘sí’ a su Iglesia”.
“Así me conquistó su teología tan personal, desarrollada sobre todo en la predicación”, expresó.
2. Elaboró una tesis basada en San Agustín
En 1953, ya como sacerdote, Joseph Ratzinger elaboró su tesis “Pueblo y Casa de Dios en la doctrina de la Iglesia de San Agustín”, con la que, partiendo de lo que el doctor de la Iglesia escribió en su “Exposición sobre el Salmo 149”, obtuvo la licenciatura en Teología por la Universidad de Múnich.
La tesis del P. Ratzinger fue publicada. En la edición italiana de 1978, el futuro Papa escribió en el prefacio que «la relectura cristológica del Antiguo Testamento y la vida sacramental centrada en la Eucaristía son los dos elementos principales de la visión agustiniana de la Iglesia».
3. Como San Agustín, también deseó la vida contemplativa
En su visita de febrero de 2007 al Seminario Romano Mayor, el Papa Benedicto XVI recordó que San Agustín deseó “una vida puramente contemplativa, escribir más libros de filosofía…, pero el Señor no quería eso; lo llamó a ser sacerdote y obispo”.
El artículo de Vatican News señala que el entonces Cardenal Joseph Ratzinger también deseaba “retirarse de la vida pública para dedicarse a la meditación y al estudio”. Siendo prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe desde 1981, “solicitó repetidamente una licencia que Juan Pablo II no le concedió”.
4. San Agustín en la encíclica Deus caritas est
En la Navidad de 2005, Benedicto XVI publicó su primera encíclica: Deus caritas est (Dios es amor). San Agustín fue quien le inspiró.
En su visita a la tumba del santo africano en Pavía (Italia), en abril de 2007, el Pontífice presentó nuevamente a la Iglesia y al mundo su primera encíclica. «Esta, en efecto, debe mucho, sobre todo en su primera parte, al pensamiento de San Agustín», afirmó.
5. El símbolo agustiniano en el escudo de Benedicto XVI
En la parte baja del escudo del Papa Benedicto XVI aparece una concha, que si bien se usa para representar al peregrino, es también un símbolo agustiniano con un significado teológico.
En la explicación sobre el escudo, el Vaticano indicó que la concha “alude a la leyenda atribuida a San Agustín, el cual, al encontrar en la playa a un niño que con una concha quería meter toda el agua del mar en un agujero hecho en la arena, le preguntó qué hacía”.
“El niño le explicó su vano intento, y San Agustín comprendió la referencia a su inútil esfuerzo por tratar de meter la infinitud de Dios en la limitada mente humana”.
La Santa Sede indicó que “esa leyenda tiene un evidente simbolismo espiritual, para invitar a conocer a Dios, aunque en la humildad de la inadecuada capacidad humana, acudiendo a la inagotable doctrina teológica”.