NUESTROS PILARES ESPIRITUALES

“Lo que existía desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos. Lo que hemos mirado y nuestras manos han palpado acerca del Verbo que es Vida. La vida se dio a conocer, la hemos visto y somos testigos, y les anunciamos la Vida Eterna. Estaba con el Padre, y se nos apareció. Lo que hemos visto y oído se lo damos a conocer.” 1Juan 1, 1-3a

 

“Un nuevo Pentecostés para la Iglesia”, fue el clamor del Papa León XIII, en el Siglo 20. Los frutos de esta invocación al Espíritu Santo no se hicieron esperar, y es así como después del Concilio Vaticano II, se suscitó un extraordinario florecimiento de Asociaciones y movimientos particularmente sensibles a la acción del Espíritu Santo. De tal manera que, en los años 60 la Iglesia empezó a experimentar una Renovación Católica Carismática con fuerte efusión del Espíritu Santo y manifestación de sus dones y carismas.

Surge entonces dentro de la espiritualidad de la Renovación Católica Carismática, la Asociación María Santificadora, fundada en el año 1979, como entidad sin ánimo de lucro, por Gloria Niño de Gómez y siete señoras más, con el objetivo de Evangelizar y extender el Reino de Dios por todas partes. “Vayan por todo el mundo y anuncien la Buena Nueva a toda la creación”. Mc. 16, 15.

El Espíritu Santo, como protagonista de esta “Corriente de Gracia” para la Iglesia Universal, ha capacitado a la Asociación para la misión, a lo largo de todos estos años, y la ha orientado a conformar una estructura tanto en el área espiritual, como en el área pastoral y administrativa.

Es así como la vemos  realizada en los grupos de oración para adultos, jóvenes y niños, Congresos, Seminarios, capacitaciones, los diferentes ministerios integrados por servidores voluntarios que prestan su servicio en intercesión y consejería, librería, audio y video, sistemas, radio, además, llevan la Palabra de Dios a la población de diversos estamentos de la sociedad, como  los hospitales, la reclusión del buen pastor, los albergues para adulto mayor, albergues para niños, batallón de policía Militar, desmovilizados de la guerra en Colombia,  y Colegios. “La fe que no produce obras está muerta”. Santiago 2, 26b.

 

Entre las características de la comunidad, se destacan, además de la celebración Eucarística, fundamento de nuestra vida cristiana y los Sacramentos de nuestra Iglesia Católica, la Alabanza y la proclamación de la Palabra de Dios, las cuales siempre acompañan los grupos de oración y demás eventos de Evangelización. La Santísima Virgen María desempeña un papel importantísimo en la comunidad, porque ella es la primera carismática, esposa del Espíritu Santo y la Madre de la Iglesia. Cada grupo de oración se inicia con la oración del Santo Rosario, y se le rinde homenaje especial en todos los congresos, y en las diferentes festividades dedicadas a honrarla, de acuerdo con las celebraciones de la Iglesia Católica.

Es muy importante mencionar, los Seminarios de Vida en el Espíritu que se dictan en la comunidad, en el cual se ora para pedir el Bautismo en el Espíritu a cada uno de los asistentes, He. 1, 5 “Que Juan bautizó con agua, pero ustedes serán bautizados en el Espíritu Santo dentro de pocos días”.

El Pontificio Consejo para los laicos, aprobó los estatutos de CHARIS (anterior ICCRS), Servicio Internacional para la Renovación Católica Carismática, erigido como nuevo único servicio para las expresiones de la “Corriente de Gracia” que es la RCC, por la Santa Sede a través del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, 8 de Diciembre de 2018. CHARIS dispone de una oficina Internacional, situada en Roma en el Palacio San Calisto, edificio que pertenece a la Santa Sede.

Así mismo, se aprobaron los objetivos centrales para la Renovación Carismática Católica, los cuales se han vivenciado en la comunidad, de una manera muy profunda llevando a una verdadera conversión, como veremos a continuación: 

 

  • Promover una conversión personal, madura y continua   a Jesucristo nuestro Señor y Salvador.

 

  • Propiciar una apertura decisiva hacia la persona del Espíritu Santo, su presencia y su poder. Con frecuencia estas dos gracias Espirituales se experimentan a la vez en lo que se llama, en diferentes partes del mundo: “Bautismo en el Espíritu Santo”, o “Liberación del Espíritu Santo”, o “Renovación del Espíritu”.  Ordinariamente se entienden como una aceptación personal de las gracias de la iniciación cristiana y un recibir fuerza para el servicio personal cristiano en la Iglesia y en el mundo.

 

  • Fomentar la recepción y el uso de los dones espirituales (carismas) no solamente en la Renovación Carismática, sino también en la Iglesia entera. Estos dones, ordinarios y extraordinarios, se encuentran abundantemente en laicos, religiosos y clérigos. Su justa comprensión y uso correcto en armonía con otros elementos de la vida de la Iglesia son una fuente de fuerza para los cristianos en su camino hacia la santidad y el cumplimiento de su misión.

 

  • Animar la obra de evangelización en el poder del Espíritu Santo, incluyendo la evangelización de quienes no pertenecen a la Iglesia, la reevangelización de los cristianos de nombre, la evangelización de la cultura y de las estructuras sociales. La Renovación Carismática Católica promueve especialmente la participación en la misión de la Iglesia, proclamando el Evangelio con palabras y obras, y dando testimonio de Jesucristo mediante la vida personal y aquellas obras de fe y justicia a las que cada uno está llamado.

 

  • Impulsar el crecimiento progresivo en santidad, a través de la correcta integración de estos énfasis carismáticos con la vida total de la Iglesia. Esto se realiza mediante la participación en una rica vida sacramental y litúrgica, el aprecio por la tradición de la oración, la progresiva formación en la doctrina católica guiada por el Magisterio de la Iglesia, y la participación en el plan pastoral de la Iglesia.