¿Te sientes abandonado?
Él prometió estar contigo siempre.
Estas promesas son para tí, proclámalas…
“Si mi padre o mi madre me abandonan, me acogerá el Señor. Enséñame, Señor, el buen camino, guíame siempre por sendero plano frente a mis enemigos.” Salmo 27, 10-11.
“Esperaba en el Señor con gran confianza, Él se inclinó hacia mí y escuchó mi clamor; me sacó de la fosa fatal, del barro del pantano; puso mis pies sobre roca y aseguró mis pasos.” Salmo 40, 2-3.
“El Señor dice: “Nunca te dejaré ni te abandonaré”, y nosotros hemos de responder confiados: “El Señor es mi socorro no temeré. ¿Qué pueden contra mí los hombres?.” Hebreos 13, 15.
“Los pobres y los humildes buscan agua pero no encuentran, y se les seca la lengua de sed. Pero yo, Dios de Israel, no los abandonaré. Yo, Yavé, los escucharé.” Isaías 41, 17.
“Nos vienen pruebas de toda clase, pero no nos desanimamos. Andamos con graves preocupaciones, pero no desesperados; perseguidos, pero no abandonados; derribados, pero no aplastados.”
Corintios 4, 8-9.
“No temas, pues yo estoy contigo, no mires con desconfianza, pues yo soy tu Dios; yo te doy fuerzas, yo soy tu auxilio, y con mi diestra victoriosa te sostendré.” Isaías 41, 10.